La importancia de beber agua
El agua es indispensable para nuestra supervivencia porque es necesaria para todas las funciones vitales: transporta nutrientes, ayuda a la digestión de los alimentos, regula la temperatura de nuestro cuerpo, etc. De ahí la importancia de beber agua, de hecho, las células sin agua se mueren, y éstas son la base de todos nuestros procesos fisiológicos. No podríamos estar más de 3 o 4 días sin beber agua. La Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC), en su “Pirámide de Alimentación Saludable”, recomienda el consumo de 4 a 6 vasos diarios de agua para conseguir una hidratación óptima, independientemente de que las necesidades de la ingesta de agua varíen en función de la edad, sexo, peso corporal, práctica de actividad física, clima, etc. Algunos beneficios de beber agua regularmente
- Alivia la fatiga: la deshidratación hace que nuestro motor interno tenga que trabajar más para bombear la sangre y disminuye el rendimiento muscular.
- Ayuda a la digestión y previene el estreñimiento: el agua ayuda a aumentar la actividad metabólica.
- Ayuda a mantener la belleza de la piel: se repone en los tejidos de la piel y aumenta su elasticidad.
- Termorregulación
- Cuando el cuerpo recibe la cantidad de agua adecuada, mejora el sistema inmunológico, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Haciendo aún más hincapié en la importancia de beber agua, enumeramos la cantidad en % del agua en nuestro organismo:
- Entre el 80% y el 90% de la sangre es agua.
- La piel contiene entre un 70% y 75% de este líquido.
- El corazón, el hígado y los riñones, entre el 70% y el 80%.
- Los pulmones, alrededor del 85%.
- Los huesos contienen un 22% de agua.
- Los músculos, entre un 70% y 75%.
- El cerebro está formado por agua en un 75-85%.
- El tejido graso presenta un 10%.
- Los ojos están compuestos de agua en una proporción de 90-95%.
Indicada ya la importancia del consumo de agua en nuestro día a día, hay que asegurar que ésta sea potable y de calidad. Aunque el agua esté tratada, puede contener partículas indeseables y cloro, motivo por el que recomendamos usar equipos que filtren y limpien el agua como, por ejemplo, nuestras fuentes de ósmosis y ultrafiltración. Además, dependiendo de la zona geográfica, el agua puede contener cal y estropear nuestros electrodomésticos y acortar su vida útil. En este caso aconsejamos usar descalcificadores. Queda claro que no debemos reducir nuestro consumo de agua solo a cuando tenemos sed, debemos evitar que nuestro organismo llegue a ese momento de deshidratación. La mejor forma es beber agua en pequeñas cantidades durante todo el día, así se mantendrá una óptima hidratación continuada.