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Por qué no debemos nunca beber ni cocinar con agua caliente del grifo

Ni para hacer infusiones ni para conseguir antes la ebullición en el fuego.
Los especialistas lo desaconsejan.

Hacerse una infusión directamente con el agua caliente que sale del grifo no es buena idea. Tampoco lo es utilizarla para acelerar el punto de ebullición en un cazo, olla o microondas. Si estamos en la cocina, lo recomendable es utilizar siempre el agua fría. “De entrada, y en general, es mejor hacerlo con agua fría y después calentarla con la cocina porque así uno ve lo que hace”, explica Joan Grimal, investigador del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC).

La razón es simple, aunque llena de matices: al pasar el agua caliente por la tubería arrastra partículas que no desaparecen al hervir el agua, y por lo tanto, las ingerimos. «Evidentemente, si se usa directamente el agua caliente del grifo, depende de la instalación que uno tenga en casa, es más fácil que arrastre elementos de sus tuberías», cuenta Grimal. Ahí reside una de las claves: dependerá también del tipo de material del que estén hechas las tuberías de nuestra casa.

Tuberías de plomo, las menos adecuadas

Las tuberías pueden ser de plomo, hierro, cobre o distintos tipos de PVC. Si haces ahora una reforma, lo habitual es que las pongan de monocapa (PVC), un material más flexible y cómodo para hacer la instalación. Las otras opciones se han ido quedando atrás por diferentes razones, entre ellas, en el caso del plomo, porque es más caro. Es evidente y sabemos a ciencia cierta que el agua fría disuelve poco cualquier material, y el agua caliente, por el contrario, disuelve más los componentes. Por lo tanto, si utilizamos agua caliente directa del grifo para consumir, ésta tendrá residuos de plomo si las tuberías están hechas de dicho material. En el caso de otros materiales diferentes al plomo el impacto es menor, pero no inexistente.

«El monómero de cloruro de vinilo tampoco es que sea lo óptimo, ya que se pueden disolver estos monómeros y si el agua está caliente se disolverán más. A base de pasar agua, se irán eliminando y habrá menos. Las tuberías de policloruro de vinilo o cobre son más inertes que las de plomo”, explica el científico.

Donde habitualmente se utiliza agua caliente es en la ducha o el baño, y no es habitual ingerirla durante el aseo. Los metales, en general, no entran en el cuerpo por la piel.

Incidencia en el bienestar

En España es un verdadero problema porque la mayor parte de las tuberías son aún de plomo. El plomo ingerido puede provocar molestias graves en nuestro bienestar, siempre dependiendo de la concentración que uno lleve. La normativa actual permite un máximo de 10 microgramos por litro, a lo cual no es difícil de llegar en cualquier casa. En EEUU, bajaron el nivel permitido de 25 a 10, y el resto de los países lo ha seguido, recomendado por la Agencia de Protección de Medio Ambiente (EPA)

Veámoslo con un ejemplo: vamos con prisas y nos hacemos un té con agua caliente directamente del grifo. ¿Cuáles son las consecuencias? ¿Cuánto me puede perjudicar el ingerir agua caliente directa del grifo? Depende de cómo sea la instalación de las tuberías de casa: si tienes instalación antigua con tuberías de plomo, evidentemente tomarás más plomo, que como comentamos anteriormente puede ser perjudicial. Si por el contrario lo haces y es una casa moderna sin tuberías de plomo, tienes que saber que igualmente es menos recomendable a priori. Como medida profiláctica o sensata es mejor beber el agua fría y si la calientas que sea en un recipiente que está pensado para cocinar.

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